¿Cuándo acudir al sexólogo? La terapia sexual.
Muchas son las parejas que en lo más oculto de su intimidad, en una parte que muchas veces se esfuerzan por no ver y en ocultar a los demás guardan un secreto, un pequeño secreto que a pesar de su tamaño les atormenta día a día y se apodera de su relación, despojándola de todo lo bueno que tenía como; las charlas después de cenar, esa forma de reírse con sus chistes, prepararse una copa para ver su serie favorita, incluso les ha robado esos besos que hacían que se sintieran tan amados y valorados.
Ese secreto que tanto daño les ha causado y amenaza con destruir su relación es que están sufriendo una dificultad sexual, o como muchos clientes me comentan en consulta: “Tenemos problemas para funcionar en la cama”. Este tema de conversación entre ellos suele derivar en un conflicto continuo y este no suele llegar a ninguna parte; ya que por más que lo discuten no encuentran la solución y muchas veces optan por enterrarlo lo más hondo que pueden para que no salga y haga el menor daño posible a su relación. El problema es que este intento de solución no suele funcionar por mucho tiempo. Y por fin después de pensarlo y meditarlo, buscan a un profesional que les asesore o les ayude a solucionar la problemática sexual que están viviendo.
Muchas veces antes de acudir a la consulta de sexología pasan muchos años hasta que toman esta decisión, retrasan la consulta una y otra vez, incluso posponen la visita a su médico de familia, ginecólogo, urólogo, etc. Estos profesionales a menudo son la primera opción de estas parejas para solicitar la ayuda que tanto necesitan.
La mayoría de veces estas consultas quedan en la realización de algunas pruebas médicas o la simple receta de fármacos específicos para la respuesta sexual; como puede ser un Cialis o una inyección intracavernosa. En muchas ocasiones puede ser una solución aceptable para estos problemas, pero a menudo se quedan en “parches” que con el paso del tiempo dejan de ser efectivos. Con esto no quiero criticar a estos expertos sanitarios que ejercen su papel con gran profesionalidad, pero cuando estos métodos fallan olvidan que la derivación a un profesional de la psicología puede acabar solucionando el problema del paciente que acudió a su consulta. Tengo que decir que a menudo trabajo con estos profesionales y para mí son una ayuda indispensable para la detección de cualquier disfunción sexual que tenga su origen en alguna enfermedad fisiológica y para la aplicación del tratamiento de dichas disfunciones de la manera más efectiva posible.
Un enemigo clave que hay que superar para ir a la consulta de un sexólogo es la vergüenza, esta les hace aplazar la búsqueda de un profesional y hace que se lo piensen una y otra vez antes de pedir una cita. Pero llega un día en el que suele suceder algo, algo que se convierte en el detonante, y por fin toman la firme decisión de solucionar este problema de una vez por todas o piensan que al final esto probablemente podrá con ellos y con su relación de pareja. Pero llegados hasta aquí surgen más preguntas y dudas importantes como: ¿Cuál será el profesional que nos ayude a disfrutar de nuestra vida sexual por fin?, ¿A quién elijo?, ¿Qué tengo que buscar en un profesional para saber que es el idóneo para mí o para nosotros?, etc.
¿Quién es un profesional de la sexología?
Lo primero que debes saber es que la sexología es una especialidad que se realiza después de obtener titulaciones sanitarias, como medicina o psicología, estos son los profesionales más adecuados a los que debes acudir si sufres algún problema en tu vida sexual. Debes consultar con estos profesionales y ellos te indicarán cual es la mejor vía de tratamiento que debes emprender para conseguir los objetivos que te planteas con respecto a tu sexualidad.
Algunos problemas que encontramos en nuestras consultas de sexología son la anorgasmia, los problemas de erección, el vaginismo, la perdida de erección, la eyaculación precoz, la falta de deseo sexual o dolor en la penetración entre otros. Pero ante cualquier duda que te surja con respecto a tu sexualidad, esta se la debes trasladar a un profesional de la sexología y él te dirá su opinión de cómo puedes llegar a una solución satisfactoria de tu dificultad sexual.
La terapia sexual
Sé que no es nada fácil dar el paso, venir a consulta y contarle tus mayores intimidades a una persona desconocida, lo veo cada día en mi consulta donde los primero cinco minutos se puede sentir esa tensión que da la incertidumbre de no saber qué va a pasar. Pero hay que saber que los sexólogos no estamos para juzgar la vida sexual de las personas, ni siquiera diría que estamos para dar consejos, lo que queremos conseguir en las sesiones de terapia es que con nuestra colaboración al final puedas seguir un camino que sea el mejor para ti y que con él consigas tener una sexualidad satisfactoria logrando de una vez por todas esa relación sexual que deseas, donde te sientas cómodo y en la cual no aparezca ninguna preocupación de si se presentará algún problema sexual o no.
La terapia sexual es una terapia que la mayoría de las veces es breve, no requiere de un tiempo prolongado. Para que la terapia sea efectiva los miembros de la pareja o la persona que acude sola a la consulta deben sentirse motivados para el cambio y dispuestos a comenzar un camino que les acabará llevando a conseguir el objetivo que se propusieron al principio de venir a terapia. La mejora en la vida sexual de las personas se suele vislumbrar rápidamente, en muy pocas sesiones y la terapia se suele acabar en no más de 8 o 10 sesiones (en mi caso particular).
Antes de acudir a cualquier profesional debes entender cuál es su campo de trabajo y saber cómo plantearía una terapia para el problema que le vas a exponer en consulta. Todos los profesionales, sobre todo de la psicología, tienen su propia línea de tratamiento a seguir según las diferentes escuelas terapéuticas. No todas las terapias son efectivas para todo el mundo, debes encontrar un terapeuta que sea afín a ti y que te sientas cómodo con su forma de trabajar en la consulta.
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